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Arquitectos: Paloma Bau Studio, Viraje arquitectura
- Área: 800 m²
- Año: 2023
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Fotografías:David Zarzoso
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Proveedores: Adriana Cabello, Gessi, TEJAS BORJA
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Sobre el total de obras seleccionadas por los Colegios Oficiales de Arquitectos, el jurado de los Premios de Arquitectura elige como uno de los proyectos finalistas a Can Bau, la residencia estival que alberga a tres familias dispuestas a parar el reloj y dejarse llevar por el verano eterno.
Can Bau, es un proyecto llevado a cabo mediante la colaboración de Paloma Bau Studio y Viraje Arquitectura, quien también se encargó de la construcción de la vivienda. Moraira es el contexto de Can Bau, una pequeña población de la Costa Blanca, de tradición pesquera y siete playas. Edificios históricos, iglesias fortificadas, castillos y murallas, conviven con playas de arena y piedra, y rutas de senderismo.
Entrar en Can Bau es disponer del tiempo, entregarte a la calma y revivir lo mejor del verano en cualquier momento del año. Nada más franquear su puerta, se descubre un ventanal que nos conecta directamente con la zona exterior, flanqueada por un patio, potenciando la conexión entre el espacio interior y exterior que existe en la vivienda. El pavimento continuo se transforma en hilo conductor e invita a iniciar el viaje por una casa sin jerarquías donde todo se comparte.
La vivienda se desarrolla en una única planta con dos áreas diferenciadas. La zona de noche alberga tres habitaciones dobles, dos baños y un dormitorio exclusivo para niños. La zona de día se contempla como un gran espacio abierto de gran altura y cubierta inclinada, donde se ubica la cocina abierta con mobiliario de obra, una isla con vistas a la piscina y un comedor gobernado por un sofá de casi 5 metros de largo ubicado delante de la chimenea de leña.
Construida de manera tradicional, mediante medios manuales y con apenas cuatro materiales, pavimento continuo de hormigón, revestimiento de mortero de cal- también continuo- piedra y cerámica, se integra con la naturaleza y el hábitat del emplazamiento. La vivienda, se adapta a la parcela, de topografía compleja y con un gran desnivel, generando tres plataformas separadas por apenas 2 escalones, que diferencian los usos principales: zona de noche, zona de día y piscina.
El mobiliario de zonas húmedas, cocina, barbacoa y zonas exteriores, se resuelve con elementos de obra, apareciendo como volúmenes anexos que emanan de suelo y paredes, revestidos en los mismos materiales. El mobiliario interior y exterior combina elementos artesanales, como las lámparas de esparto elaboradas en una cestería de la zona, con elementos antiguos restaurados o mobiliario creado ad hoc con materiales fuera de contexto, como la mesa exterior de 4 metros de largo, cuyo material es el mismo que el de la piscina.
Todos los textiles de la casa son en tonos neutros, predominando el uso del lino. Y las carpinterías metálicas y accesorios destacan sobre la paleta neutra de la casa, siendo todos en color negro y aportando un carácter más contemporáneo al conjunto. El resultado es delicado, singular y tranquilo. Un refugio que apela a sensaciones de holismo, calidez, calma y pertenencia. Porque, como apunta el equipo técnico del proyecto, “lo importante en Can Bau no es el cómo o el dónde, si no el con quién”.